En las gradas has visto al espejo de tu fortaleza…

¿De qué color es el miedo? Cada cual puede atribuirle un color y toda su gama de degradados.

MIEDO

El grito de Edvard Munch

Empezaré sugiriendo que todos tenemos miedos, reconocerlo es un primer paso liberador.

Los miedos en los deportistas no son todos iguales, ni se interiorizan ni sienten de la misma forma.

Como deportista provengo de un deporte individual, experimenté muy distintas sensaciones, miedos y bloqueos en  cuantiosas ocasiones previas y durante la competición, también competí en juego de equipos, experimentando otro tipo de sensaciones distintas.

Como entrenadora he visto y sentido los miedos de jugadores/@as desde otros puntos de vista, diferentes ángulos y perspectivas.

Los miedos de los deportes individuales, tienen una proyección y dimensión distinta a los que surgen en los deportes de equipo, no quiero decir con esto que sean ni más ni menos, ni mejores ni peores, simplemente, son de proyección y dirección distinta.

Salir de un bloqueo quizá sea más fácil que no volver a caer en él, por lo que es necesario entrenar psicologicámente esta competencia, en un escenario de mayor amplitud que la propia cancha, pista o campo de juego.

En en el caso concreto del bloqueo ante un determinado rival al que nunca se ha vencido, es necesario desmontar todo Un Gigante al que nosotros mismos hemos empoderado.

El primer paso es es que el jugador reconozca su impotencia y su atroz miedo irracional a ese rival.

Cuando al terminar un partido, dónde por primera vez vence al rival al que nunca había ganado, una jugadora te busca en la grada, te abraza y te dice: ” Nunca la había ganado, siempre me ha vencido antes de empezar, miré, te ví en las gradas y supe que podía ganar…”

– Mi respuesta inmediata fue: “A quien has visto en las gradas es al espejo de tu fortaleza, el espejo de tu esfuerzo, de tu tesón”.

ESPEJO

Es el principio del final del Inmenso gigante que alimentamos dentro de nosotros mismos, ese que siempre nos ha vencido, antes de empezar,  pero que, objetivamente no es superior.

No es fácil…

Los miedos en los jugadores de un equipo suelen ser compartidos, y si no es así, su influencia se diluye en el “espacio tiempo”,  su naturaleza de superación se enfoca siempre al colectivo, hay una primera motivación con un motor de arranque muy fuerte, ” por mis compañeros…”

Tampoco es fácil…

Cuando logramos entender o hacer entender que sólo encontramos sentido cuando encontramos el amor por lo que hacemos por el placer y la pasión de hacerlo, todo fluye…aquí y ahora.

“Los miedos no desaparecen, Se superan”

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